Tenemos el peso correspondiente a nuestra manera de vivir
La palabra régimen para empezar es fea. Se refiere a corte de libertades, dictadura alimentaria. El concepto de régimen se resume en seguir un cambio de costumbres durante un tiempo definido y volver a caer en los excesos después. Tenemos el peso que corresponde a nuestra manera de vivir, no vamos a cambiar de pesos solo por modificar nuestras costumbres un tiempo definido.
Eficiencia de los regímenes
Para los regímenes largos de más de 2 años, la eficiencia es de alrededor de un 15%. Para los regímenes más cortos, ni hablar. Y solo hablamos de la perdida de peso, no de los efectos secundarios. El régimen de restricción de calorías que consiste en reducir el consumo de calorías no tiene impacto malo para la salud si comemos equilibrado (de todo sin restricción) pero los demás regímenes son peligrosos.
Los regímenes hiper-proteicos catapultan nuestro consumo de carne en la estratosfera, lo cual puede llevar a la acidificación del organismo, genera mucha urea, aumenta el riesgo de cálculos renales, sin hablar del aliento horrible que provoca...
Los regímenes pobres en grasa son peligrosos cuando se toma en cuenta que las grasas son indispensables para nuestra salud, sobre todo para la de nuestro cerebro.
Los regímenes con fases pobres en fibras llevan a el estreñimiento y quitan al organismo el rol importante de la fibra para la digestión.
Los regímenes disociados modifican fuertemente el funcionamiento del organismo y pueden afectar el buen funcionamiento de órganos vitales como el cerebro, el higo y afectar a ciertos mecanismos que necesitan a una gran cantidad de substancias para funcionar correctamente como el funcionamiento hormonal, sin olvidar las deficiencias alimentarias que puede generar o empeorar (muchos de nosotros tenemos deficiencias alimentarias que no sabemos).
En resumen, el cambio brutal de la naturaleza y de la variedad de los alimentos que consumimos puede poner en riesgo el equilibrio global de nuestro organismo.
Dejar de hablar de regímenes y empezar a hablar de equilibrio
Más aya de los problemas enumerados anteriormente, el concepto de régimen es de creer que podemos engañar el organismo con mecanismos simples : limite de calorías = quemadura de grasas, más proteínas = aumento del metabolismo... El organismo es un ecosistema muchísimo más complejo y elaborado, donde muchos mecanismos colaboran en equipo. Además, el organismo tiene memoria ! Y lo primero que piensa después de un periodo de privación es "por fin acabo, ahora vamos a comer más" o también "como puede volver a suceder, vamos a hacer reservas" lo cual provoca el aumento de peso.
Otro punto importante es que el régimen es siempre sinónimo de sufrimiento. Al organismo no le gusto sufrir ! Por eso, modificar poco a poco nuestras costumbres alimentarias no solo es mas durable sino también permite descubrir nuevos placeres sanos.
Entonces por favor dejemos de hablar de régimen y empecemos a hablar de equilibrio, a hablar de lucha contra el estrés, a hablar de actividad física (caminar es la mejor y es muy accesible), a hablar de placer y de descubrimiento de sabores nuevos. Y tomemos el tiempo de realmente entender nuestro cuerpo. El mejor consejo que podemos dar es : cocinar más. Es bueno para la salud y el sabor siempre sale mejor que en las comidas compradas. Cuando hablamos de comida nunca tenemos que olvidarnos de placer.
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